En primer lugar, la nutrición bioenergética ofrece una dieta adaptada a las necesidades del ser humano si su objetivo es estar en armonía con su entorno.
Si estamos atentos a las señales que el cuerpo nos envía a través de todos los sentidos, lograremos un estado de salud óptimo, es decir, no inferior a la frecuencia de salud.
Sin embargo, lo que comemos a diario, si responde más a la costumbre, la imposición o lo que simplemente tenemos y servimos en la casa, la calle u otros lugares públicos, muchas veces es insuficiente a la necesidad de la organización.
Si practicamos la nutrición bioenergética en nuestras vidas, esta práctica mejorará o mantendrá nuestra salud.
Ciertamente, si recibimos una influencia negativa (estas modifican nuestras vidas y generan sufrimiento, dependencia, esclavitud…) o inversamente positivo como (curaciones, fuerza y libertad).
También debemos escuchar la voz de nuestro propio cuerpo, que siempre grita por lo que necesitamos en un momento determinado o momento de la vida, si queremos autorregularnos y autocurarnos, lo que nos llevará a una salud óptima.
La nutrición bioenergética no es un invento nuevo o una moda, sino un legado de la experiencia viva de Seres sabios, Guías de la humanidad o Seres de luz.
Este método nutricional propone principalmente satisfacer las necesidades particulares del cuerpo, que habla constantemente sobre lo que quiere y lo que realmente necesita para estar en condiciones óptimas.
Primero – Conexión y Comunión con la Madre Naturaleza
Así, la nutrición y la salud están directamente relacionadas con la Naturaleza y el Universo, lo que indica que todo lo que es natural es lo que el cuerpo demanda en todo momento, y nunca los alimentos industrializados o procesados o modificados. Estos alimentos modificados solo responden a una necesidad de obtener satisfacción ilusoria y superficial, pero en ningún caso no pueden darnos salud o satisfacción profunda.
Segundo: los biorritmos climáticos influyen en los alimentos que el cuerpo demanda.
Además, la temperatura del ambiente, el clima y la estación son determinantes.
Por ejemplo, si el clima es frío (bajas temperaturas), lo más común es que el cuerpo no reclame alimentos de naturaleza fría, sino que prefiera alimentos de naturaleza cálida.
Por otro lado, si el clima es caluroso, el cuerpo necesita alimentos de naturaleza refrescante.
Tercero – Esencia femenina y masculina
Cada sexo se inclina hacia un determinado grupo de alimentos de la siguiente manera:
Si eres mujer, por nuestro papel mediador en la sociedad y la esencia de nuestro ser, busquemos alimentos más ligeros, como semillas y verduras.
Por el contrario, si somos hombres, por nuestro proceso hormonal y porque necesitamos más fuerza para nuestra tarea diaria, tenderemos hacia el consumo de proteínas de origen animal y vegetal (las de origen vegetal son una mejor opción) y alimentos más energéticos (carbohidratos complejos).
Aunque esto no excluye que si somos mujer, comamos más alimentos típicos que el hombre y viceversa.
Finalmente – Nutrición Inteligente y Consciente
Si queremos que los sistemas de nuestro cuerpo estén sanos. Debemos elegir conscientemente alimentos nutritivos de excelente calidad, prestando atención a su energía vital como : alimentos frescos y naturales o vivos, alimentos que tengan sabores originales (energía de la Tierra) y fragancias auténticas (energía del Cielo).
Las señales del tipo de alimento que el cuerpo necesita pasan por los sentidos, si no estamos atentos a las siguientes señales, corremos el riesgo de desarrollar desequilibrios en nuestra vida:
Primera sed
De qué estamos hablando, ciertamente de un proceso de deshidratación en curso.
La condición de la piel
Porque si se ve de cartón o seco, da indicaciones sobre su necesidad de hidratación.
Retención de agua
Si tenemos los pies y los tobillos hinchados, indica que tenemos retención de agua en el cuerpo.
Estado de ánimo irritable
Si sentimos un estado de ánimo irritable, indica que la salud de nuestro hígado e intestinos está alterada, lo que impone la necesidad de alimentos desintoxicantes.
Finalmente las sensaciones olfativas
El cuerpo muestra rechazo, porque “sabe” que tiene problemas para adaptarse, si un sabor natural o sintético de ciertos alimentos no le conviene.
Si no queremos esperar a que el cuerpo “hable”, démosle lo que necesita. Porque si el cuerpo habla, es porque falta algo, algo está mal o es probable que algo interrumpa su funcionamiento.
Así, si queremos mantener una buena salud y por tanto estar en condiciones óptimas, mejorando la calidad de vida, optar por una dieta sana, nutritiva o bioenergética.
Por lo tanto, la nutrición emocional se basa en dos principios fundamentales de la nutrición bioenergética, centrada en la relación entre la comida y la mente :
En primer lugar, los estados de ánimo afectan los hábitos alimenticios.
Los hábitos alimenticios influyen en los estados de ánimo.
Sobre todo, si queremos equilibrar nuestro cuerpo emocional, debemos nutrir cada una de sus partes o (sistemas) con alimentos naturales y vivos (que tengan vitalidad útil para la salud). Además, si queremos mantener un equilibrio químico y emocional, una buena nutrición y ritmos alimenticios positivos son fundamentales.
Por lo tanto, la comida determina en gran medida el estado de ánimo. Si queremos que el cuerpo funcione correctamente, la nutrición bioenergética puede aumentar la energía vital de sus órganos, glándulas y sistemas. Del mismo modo, si queremos afrontar todo tipo de situaciones y asumir la vida emocional con responsabilidad, así como mitigar los altibajos diarios.
Por esta razón, si deseamos recibir la fuerza para regular los sistemas neuroquímico y neuroglandular (hormonas, glándulas principales, neurotransmisores y sistema nervioso), debemos seguir los ritmos elementales de la nutrición bioenergética.
Si queremos favorecer la regeneración del cuerpo, haciéndolo más saludable con el tiempo, lo que le permitirá adaptarse más rápidamente a contratiempos imprevistos, debemos seguir los ritmos de la nutrición bioenergética.
Así, si queremos prevenir los cambios de humor, debemos mantener el equilibrio nutricional.
Ciertamente, si los cambios de humor son un síntoma de agotamiento, el bajo nivel de azúcar en la sangre puede ser la base del agotamiento.
La glucosa nutre el cerebro al igual que nutre otros órganos. Cuando el azúcar en la sangre cae rápidamente, el cerebro y el sistema nervioso son los primeros en verse afectados.
Los síntomas más comunes incluyen como : ansiedad, depresión, fatiga, irritabilidad, cambios de humor, nerviosismo y antojos de dulces. También pueden manifestarse: sudoración, temblores, dolores de cabeza, visión borrosa y mareos, sobre todo si estamos en posición de pie.
Por lo tanto, si consumimos azúcar blanca refinada y carbohidratos refinados, estos pueden reducir el azúcar en la sangre, debilitar los mecanismos de control de glucosa del cuerpo y causar estrés en el eje hígado-páncreas-suprarrenal.
Por lo tanto, si consumimos una dieta rica en hidratos de carbono refinados y azúcares (pasteles, refrescos industriales, galletas, etc.), esto puede conducir a hipoglucemia funcional.
Si tenemos bajo nivel de azúcar en sangre, puede producir un funcionamiento confuso del cerebro afectando a la disminución de la capacidad mental, como por ejemplo: la dificultad para concentrarse o recordar es un primer signo de hipoglucemia y suele preceder a un cambio de humor.
Por lo tanto, si tenemos bajo contenido de azúcar, también influye en las acciones, actitudes y sentimientos.
De hecho, si queremos estabilizar los niveles de azúcar en sangre, es necesario: comer con moderación cada dos o tres horas, consumir alimentos ricos en carbohidratos complejos (granos enteros, azúcar de caña entera, nueces, galletas de arroz, pasta integral), fibra, proteínas (mantequilla de almendras), alimentos ricos en vitamina B y cromo.
Ciertamente, si tenemos demasiado ácido láctico en el cuerpo, puede producir ansiedad y cambios de humor.
Además, si el ácido láctico está presente en la sangre durante períodos de alta actividad física o esfuerzo muscular. El ejercicio puede causar el síndrome de ansiedad por lactosa.
Además, si la sacarosa del hígado, la fructosa y los carbohidratos refinados se convierten en glucosa, la glucosa se transforma en ácido pirúvico, a su vez el ácido pirúvico se transforma en energía.
Si tenemos un aumento de ácido láctico en la sangre o síndrome de ansiedad, este es producido por la lactosa. Los síntomas incluyen también : temblores, confusión, fatiga, miedo, irritabilidad, etc.
Si tenemos una deficiencia de vitamina B, el ácido pirúvico se convierte en lactosa, la deficiencia de vitamina B afecta la proporción de piruvato (anión ácido pirúvico) a la lactosa, aumentando así la cantidad de ácido láctico en el torrente sanguíneo. Por último, si los niveles de lactosa son altos, se produce un estado de ansiedad.
El hígado está directamente involucrado en el proceso de glucosa porque lo almacena como glucógeno. Si la glucosa cae bruscamente, el hígado comienza a trabajar para aumentar su nivel nuevamente.
El hígado también responde a los mensajes de la hormona suprarrenal y convierte el ácido láctico en piruvato. Del mismo modo, el hígado juega un papel importante y constante en la absorción de nutrientes del cuerpo y en la expulsión de desechos.
Si los sistemas enzimáticos del hígado están dañados por el alcohol, las drogas o los medicamentos, la mala selección de alimentos, el estrés, los niveles excesivos de lactosa se mantienen en el torrente sanguíneo.
Si queremos desintoxicar el hígado, es recomendable abstenerse de: azúcar refinada, carbohidratos refinados, alcohol, cafeína, productos lácteos, pollo, mariscos y carnes rojas.
Además, si queremos regenerar el hígado, se recomienda la nutrición bioenergética y también, las recomendaciones adicionales de Centro Cauce, para la limpieza y protección de la función hepática.
Por lo tanto, el sistema inmunológico protege al cuerpo de las infecciones y lucha contra las enfermedades.
Pero si el cuerpo está agotado, en peligro o con una cantidad de estrés oxidativo, puede causar un cambio en el estado de ánimo.
Si con frecuencia experimentamos reacciones adversas a ciertos alimentos, podemos ser alérgicos a ellos o estos productos pueden no ser tolerados.
Las alergias alimentarias se manifiestan por diversas afecciones inmunológicas, por ejemplo, si tenemos infecciones crónicas del oído, bronquitis permanente, disfunciones digestivas agudas, lupus y otras enfermedades autoinmunes. Si comemos alimentos que alimentan la ansiedad, la depresión y los sentimientos de turbulencia, corremos el riesgo de desarrollar enfermedades que afectan negativamente el estado de ánimo.
Además, si tenemos alergias alimentarias, puede afectar a la función mental y contribuir a emociones disfuncionales y cambios de humor.
Rara vez hacemos una conexión entre los alimentos que comemos y los chacras. Los chacras, también son remolinos de energía invisibles para la mayoría de nosotros, a través de los cuales la energía fluye a través del cuerpo. Por lo tanto, si queremos actuar sobre nuestros estados de ánimo, pensamientos y sentimientos, nuestros chacras son muy importantes.
Si queremos chacras saludables, la nutrición bioenergética juega un papel crucial. Además, si nuestra dieta es deficiente en cualquier tipo de nutrientes, puede dificultar el equilibrio interior. Del mismo modo, si comemos alimentos que activan algunos chacras más que otros, corremos el riesgo de causar un desequilibrio en nuestro ser. Es por esto que Centro Cauce transmite este conocimiento, a través de este documento con el fin de encontrar el equilibrio en los chacras.
Como : Lechuga, apio, endivia, arrúguela, berros, espinacas, acelgas, acedera, puerro, cebolla, chalota, ajo, pimiento, tomate, rábano, pepino, calabacín, berenjena, ortiga, repollo, brócoli, bulbo de hinojo, diente de león, borraja, cardos, nueces, romero, espárragos, flor de calabaza, algas, aguacate, nopal, repollo, hierbas frescas, pimientos…
Como : Alcachofa, remolacha, zanahoria, nabo, apio, judías verdes, coles de Bruselas, chirivías, guisantes, chayote, patatas, calabaza, yuca…
Como : Lentejas, garbanzos, guisantes secos, frijoles secos, azuki o soja roja, guisantes … Y también Miso de soja (pasta de soja fermentada) – Tamari (salsa de soja fermentada)
Como : Girasol, trigo, garbanzos, lentejas, soja, quinoa, arroz, avena, espelta, cebada, centeno, mijo, puerro, espinacas, calabaza, remolacha, sésamo…
Como : Setas, shiitake, maitake, cordiceps, reishi…
Como : Carnes, aves, pescados, mariscos, huevos – leche animal, yogurt ácido, manchego, gouda, parmesano, azul o verde o roquefort, camembert, emmenthal, gorgonzola…
Como : Carnes y pescados grasos, mantequillas, cremas, aceites.
Frescas como : Uvas dulces, manzana dulce, plátano maduro, pera dulce, melón, papaya, dátil, melocotón, nopal, ciruelas dulces, higo, sandía…
Secas como : Dátil, pasas, ciruelas secas, higo seco, plátano seco, y también todos los frutos secos …
Como : Manzana, granada, albaricoque, cereza, uva, mango, pera, melocotón, ciruela, mora, naranja dulce, frambuesa…
Como : Limón, naranja, mandarina, pomelo, kiwi, piña, tomate, arándano, grosella, fresa, albaricoque, fresas, granada agria, mora, frambuesa agria, ciruela agria, umeboshi, cereza ácida, tamarindo y también vinagres…
Como : Cereales integrales – Harinas y cremas de cereales – Copos de cereales – Pasta – Tamales – Cuscús – Panes – Tortillas – Cremas de cereales – Polenta…
Como : Nuez, almendra, avellana, pistacho, anacardo, sésamo, cacahuete, macadamia, piñón, linaza, girasol, calabaza, cáñamo, chía…
Como : Yogur, kéfir, requesón, mozzarella, mascarpone, paneer, ricota, búlgaros…
También :
Como :
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Como :
Como :
Si comemos melón o sandía, esperemos 30 minutos antes de tomar este desayuno.
Frutas dulces o semiácidas como: plátano, pasas, dátiles, higo, uva, nopal, ciruela, manzana, pera, mango, cereza, frambuesa, papaya… Se pueden mezclar con productos lácteos frescos como : (yogur, kéfir, requesón, mozzarella, mascarpone, paneer, ricota…) .
Si queremos mezclar fruta fresca y productos lácteos con agua de coco y amaranto, es posible.
Suplementos nutricionales para tomar en este momento : Probiotiix 1 hora antes del desayuno, Giving Greens y enzimas.
Frutas ácidas o semi-ácidas como: limón, naranja, pomelo, tomate, piña, kiwi, arándano, grosella, fresa, albaricoque, mora, manzana, pera, mango, cereza, frambuesa…) Se pueden mezclar con semillas oleaginosas como : (nuez, almendra, ajonjolí, anacardo, avellana, macadamia, piñón, pistacho, pulpa de coco…).
Si queremos tomarlos con PowerBoots, Purenourish y/o Poweriix, es posible.
Suplementos nutricionales a tomar en este momento : Si queremos apoyar el sistema cardiovascular, MOA, Omega-Q, Optimal M y V.
Si somos carnívoros – Verduras, gérmenes, brotes jóvenes sin grasa como: (grasas animales, mantequilla, crema, aceites, aguacate) también se pueden mezclar con encurtidos con vinagre y proteínas fuertes como (carnes, aves, pescados, mariscos, quesos cocidos o maduros, huevos).
O si somos vegetarianos – Ensalada completa como: verduras, brotes, brotes jóvenes, champiñones, aceitunas, encurtidos u otras verduras saladas, algas marinas … Si comemos esto, vamos a mezclarlos con legumbres como: frijoles secos, garbanzos, frijoles, lentejas, guisantes, soja roja azuki, tempeh, tamari, miso …
Suplementos nutricionales a tomar en este momento : Giving Greens + Optimal-V si queremos facilitar la absorción y asimilación.
Las verduras, los gérmenes, la espirulina, las algas también se pueden mezclar con harinas fuertes como los cereales: arroz, pasta, avena, espelta, trigo, cebada, centeno, pan integral, trigo sarraceno, mijo, maíz …) y con legumbres como: frijoles secos, garbanzos, frijoles, lentejas, guisantes, soja, tempeh, tamari, miso …
O si seleccionamos verduras harinosas del grupo 2 como: calabaza, boniato, patatas, castañas… Podemos mezclarlos con legumbres como: judías secas, garbanzos, judías, lentejas, guisantes, tempeh, tamari, miso…
Suplementos nutricionales para tomar en este momento : Giving Greens, Optimum M and V, Restoriix 1 a 2 horas después de la cena.
Respiratorio |
Evacuación |
Digestivo |
Inmune y Linfatico |
Cardiovascular |
Asimilación |
Urinario |
Suprarrenal |
Circulatorio y sexualidad |
Sistema nervioso vegetativo |
Biliar |
Hepático |
1:00 a 3:00 |
3:00 a 5:00 |
5:00 a 7:00 |
7:00 a 9:00 |
9:00 a 11:00 |
11:00 a 13:00 |
13:00 a 15:00 |
15:00 a 17:00 |
17:00 a 19:00 |
19:00 a 21:00 |
21:00 a 23:00 |
23:00 a 01:00 |
Respiratorio |
Evacuación |
Digestivo |
Inmune y Linfatico |
Cardiovascular |
Asimilación |
Urinario |
Suprarrenal |
Circulatorio y sexualidad |
Sistema nervioso vegetativo |
Biliar |
Hepático |
2:00 a 4:00 |
4:00 a 6:00 |
6:00 a 8:00 |
8:00 a 10:00 |
10:00 a 12:00 |
12:00 a 14:00 |
14:00 a 16:00 |
16:00 a 18:00 |
18:00 a 20:00 |
20:00 a 22:00 |
22:00 a 00:00 |
00:00 a 02:00 |
Así, podremos entender que según los horarios, actuáramos en los sistemas y con la nutrición bioenergética, aumentáramos la energía vital de los mismos.
Evacuación |
Digestivo |
Inmune y Linfatico |
Cardiovascular |
4:00 a 6:00 |
6:00 a 8:00 |
8:00 a 10:00 |
10:00 a 12:00 |
Asimilación |
Urinario |
Suprarrenal |
12:00 a 14:00 |
14:00 a 16:00 |
16:00 a 18:00 |
Circulatorio y sexualidad |
Sistema nervioso vegetativo |
Biliar |
18:00 a 20:00 |
20:00 a 22:00 |
22:00 a 00:00 |
Evacuación |
Digestivo |
Inmune y Linfatico |
Cardiovascular |
Asimilación |
3:00 a 5:00 |
5:00 a 7:00 |
7:00 a 9:00 |
9:00 a 11:00 |
11:00 a 13:00 |
Asimilación |
Urinario |
Suprarrenal |
11:00 a 13:00 |
13:00 a 15:00 |
15:00 a 17:00 |
Circulatorio y sexualidad |
Sistema nervioso vegetativo |
Biliar |
17:00 a 19:00 |
19:00 a 21:00 |
21:00 a 23:00 |
Aguacate | Frutas dulces – Oleaginosas – Proteínas fuertes – Azucares |
Almidones | Almidones |
Azúcares | Sal – Productos grasos |
Frutas ácidas | Frutas dulces – Harinosos fuertes o almidones |
Frutas dulces | Oleaginosas – Azucares – Legumbres o leguminosas – Harinosos y almidones |
Ginseng | Vinagres |
Harinosos fuertes | Almidones – Harinosos fuertes |
Jitomate y pepinos | Frutas dulces – Frutas ácidas |
Lácteos fuertes | Proteínas animales |
Leguminosas | Proteínas fuertes |
Melón o sandía | No combinan con otros alimentos ni entre sí |
Miel | Cebolla – Ajo |
Pollo | Cebolla cruda – Ajonjolí – Arroz glutinoso – Ajo – Cebollino |
Productos grasos | Frutas dulces – Proteínas fuertes |
Productos lácteos | Harinosos fuertes – Almidones |
Proteínas fuertes | Frutas – Harinosos fuertes – Almidones – Productos grasos |
Verduras | Frutas dulces |
Vinagres | Harinosos fuertes – Almidones |
Almidones | Aguacate – Verduras – Leguminosas |
Ensalada fermentada a la sal (pickles) sin vinagre | Harinosos fuertes – Almidones |
Ensalada fermentada al vinagre (pickles) | Setas – Proteínas fuertes |
Frutas ácidas | Oleaginosas – Aceites – Frutas semi ácidas |
Frutas dulces | Quesos frescos – Yogurt – Frutas semi ácidas |
Harinosos fuertes y Almidones | Aguacate – Verduras – Leguminosas |
Huevos | Limón – Verduras |
Productos lácteos fuertes | Verduras |
Proteínas fuertes | Verduras |
Oleaginosas
Como : Nuez, almendra, avellana, pistacho, anacardo, sésamo, cacahuete, macadamia, piñón, semillas de lino, girasol, calabaza, cáñamo, cacao…
Legumbres o leguminosas
Como : Lentejas, frijoles, garbanzos, frijoles, guisantes, guisantes secos, frijoles verdes, frijoles secos, frijoles azuki o soja roja, frijoles, tempeh, miso, tamari…
Harinas y almidones – Cereales
Como : Quínoa, arroz, trigo, avena, espelta, cebada, centeno, alforfón, mijo, maíz, sorgo, kamut, teff…
Verduras con amidón
Como : Patatas, boniato, calabaza, nabos, ñame, batata, yuca, batatas, castañas, tubérculos, plátano…
Diversas
Como : Aguacate, algas, espirulina…
Levaduras
Como : Cerveza, láctica…
Germinados y brotes
Como : Girasol, trigo, garbanzos, lentejas, soja, quinua, arroz, avena, espelta, cebada, centeno, mijo, puerro, espinacas, calabaza, remolacha, sésamo, calabaza…
Setas
Como : Champiñones, shiitake, maitake, cordiceps…
Lácteos
Como : Leche, yogur, kéfir, requesón, queso fresco y seco o maduro.
Animales
Como : Carnes, aves, pescados, mariscos, huevos
Aceites
Como : Coco, oliva, sésamo, aguacate, girasol, calabaza, maíz, germen de trigo, almendra, avellana, nuez, linaza, cáñamo, pescado…
Oleaginosas
Como : Nueces, almendras, avellanas, pistachos, anacardos, piñones, cacahuetes, semillas de lino, sésamo, girasol, calabaza, cáñamo, chía…
Diversas fuentes
Como : Aguacate, oliva, cacao, mantequilla, nata, carne, pescado y queso graso…
Cereales
Como : Trigo, espelta, kamut, avena, centeno, cebada, arroz, mijo, maíz, trigo sarraceno, quinoa, pan integral, biscote, copos de cereales, pilpil, bulgur, cuscús, pasta, tortilla…
Verduras almidonadas o harinosas del grupo
Como : Patata, boniato, calabaza, boniato, yuca, castaña, tubérculos, plátano…
Legumbres o leguminosas
Como : Lentejas, frijoles, cacahuetes, garbanzos, frijoles, soja, guisantes, guisantes secos, judías verdes, frijoles secos, azuki o soja roja, frijoles…
Azúcares
Como : Miel de abeja, melaza, jarabes de agave, caña, jarabe, stevia, azúcar entera, malta, arroz, cebada…
Como : Lechuga, apio, endivia, rúcula, berro, espinacas, acelga, acedera, puerro, cebolla, ajo, pimiento, tomate, rábano, pepino, calabacín, berenjena, ortiga, repollo, brócoli, bulbo de hinojo, diente de león, borraja, nueces, romero, espárragos, flor de calabaza, algas, brotes, brotes jóvenes.
Como : Alcachofa, remolacha, zanahoria, nabo, apio, judías verdes, chalota, coles de Bruselas, chirivías, guisantes, chayote, patatas, calabaza, yuca, raíces…
Como : Limón, naranja, mandarina, pomelo, kiwi, piña, tomate, arándano, grosella, fresa, albaricoque, granada agria, mora, frambuesa, ciruela agria, umeboshi, cereza ácida, tamarindo, vinagres de frutas…
Como : Manzana, granada, albaricoque, cereza, uva, mango, pera, melocotón, ciruela, mora dulce, naranja dulce, frambuesa…
Como : Uvas dulces, manzana dulce, higo, plátano maduro, pera dulce, melón, papaya, melocotón, nopal, ciruelas dulces, higo, sandía, dátiles, pasas, todos los frutos secos…
Si queremos evitar flatulencias (gases), hinchazón y molestias intestinales, es importante masticar bien los alimentos harinosos, almidones y legumbres.
Además, si queremos una mejor digestión, comer gérmenes, brotes jóvenes y hierbas aromáticas porque contienen muchas enzimas.
Además, si bebemos bebidas frías o en exceso durante las comidas, corremos el riesgo de interrumpir la digestión. Si integramos la nutrición bioenergética en nuestra vida diaria, no tendremos sed porque es muy hidratante. Si no queremos diluir los jugos gástricos e interrumpir la digestión, no debemos beber líquidos una hora después de terminar de comer.
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