Los hongos medicinales se usan como medicina. Se han siempre utilizado para tratar infecciones en el pasado. Hoy en día, también se emplean para tratar enfermedades pulmonares y el cáncer. Ahorita, se aprobó el uso de los hongos medicinales como complemento de los tratamientos estándar contra el cáncer. Se utilizan sin peligro por mucho tiempo, solos o en combinación con la radioterapia o la quimioterapia.
Hay más de 100 tipos de hongos para tratar el cáncer. Algunos de los más comunes son los siguientes: Cordiceps (cordiceps sinensis) – Reishi (ganoderma lucidum) – Blazei o Hongo del sol (agaricus blazei) – Melena de león (hericium erinaceus) – Cola de pavo (trametes versicolor o coriolus versicolor) – Shiitake (lentinus edodes) – Maitake (grifola frondosa).
Se estudian los hongos para averiguar la forma en que afectan el sistema inmunitario y saber si ayudan a detener o retrasar el crecimiento de los tumores, o destruir las células tumorales. Se piensa que compuestos químicos, como los polisacáridos (beta-glucanos) en los hongos del tipo cola de pavo, fortalecen el sistema inmunitario para combatir el cáncer.
Son una pieza clave en el equilibrio ecosistémico y constituyen el reino de los hongos, uno de los conjuntos en los que se encuentran clasificadas las formas de vida que hasta ahora se conocen en la naturaleza. Gracias a su existencia las plantas vasculares también pueden existir. Sin el trabajo de los hongos estas plantas sucumbirían a las sequías y a la ausencia de nutrientes en el suelo. También las plantas obtienen protección de los hongos ante el ataque de bacterias o algunos insectos.
En la ecología, los hongos se destacan por ser grandes recicladores. Parte del trabajo de los hongos es descomponer la materia orgánica muerta en el suelo y transformarla en minerales que nutren a las plantas, la base de la cadena alimentaria en los ecosistemas. Esta función la lleva a cabo el micelio, la parte de los hongos que no está a simple vista.
El micelio, también llamado cuerpo vegetativo, está compuesto por filamentos, conocidos como hifas, que llevan a cabo distintas funciones, como alimentación, respiración y reproducción. Puede desarrollarse y llegar a convertirse en una colosal red que abarque una gran superficie. Es el internet orgánico del planeta, por donde se transmite alimento e información.
“Los hongos son capaces de elevarnos, sanarnos, alimentarnos y matarnos”
Las bondades de los hongos pueden observarse en la alimentación, en la descomposición de materia orgánica, en la medicina y hasta en las respuestas al cambio climático. El reino de los hongos es crucial para la vida en el planeta, incluyendo a la vida de los seres humanos.
El objetivo de la micoterapia es mejorar o restaurar la salud y el equilibrio general del cuerpo mediante el uso de hongos medicinales. En muchos países del mundo, esta disciplina se ha utilizado durante miles de años como medicina tradicional, uno de los métodos de curación más antiguos. Mientras que la medicina convencional se enfoca en tratar los síntomas, la medicina ancestral se enfoca en las causas más profundas porque una vez identificadas y tratadas, los síntomas también desaparecen. También se enfoca en tratamientos centrados en el desarrollo de la calidad de vida del paciente.
Los hongos son conocidos por su notable riqueza en nutrientes. Entre los nutrientes más importantes se encuentran diversas vitaminas, minerales y polisacáridos, de hecho una sola especie puede contener más de 100 sustancias bioactivas.
También tienen propiedades adaptogénicas o que inducen en el organismo un mejor estado de resistencia, lo que facilita contrarrestar las señales de estrés y recuperarse más fácilmente tras un gran esfuerzo.
Además, contienen propiedades para neutralizar y evacuar los metales pesados y otras sustancias tóxicas presentes en el organismo.
Tiene propiedades curativas ya explotadas por culturas ancestrales. Ahora los científicos, a pesar de las trabas legales, la prueban para tratar enfermedades : la depresión, las migrañas, la ansiedad a causa de un cáncer y por la adicción a drogas como el alcohol o la cocaína.
La psilocibina, si se administra de forma controlada, en un centro de salud y con las dosis adecuadas, puede “reconfigurar” el cerebro de las personas con depresión y eliminar el bucle de pensamientos negativos que retroalimentan la enfermedad.
El uso terapéutico de la psilocibina no es nada nuevo. En diferentes culturas, la medicina tradicional los ha utilizado para sanar. Desde la civilización azteca, pasando por la popular María Sabina en México, hasta sanadoras de la misma Península Ibérica hace apenas 20 años, según un estudio realizado por Juan Andrés Oria de Rueda, catedrático de micología de la Universidad de Valladolid, en el que ha recogido testimonios de mujeres ancianas que en el pasado ejercieron como curanderas en Extremadura, Ávila y Zamora.
Los hongos medicinales psilocibina ayudan a extender los cerebros de las personas deprimidas y a hacer que se fijen menos en los patrones de pensamiento negativo.
La psilocibina hace que el cerebro sea más flexible y funcione de forma diferente a los antidepresivos habituales, incluso semanas después de su uso. Puede ser una alternativa viable a los tratamientos contra la depresión.
Los patrones de actividad cerebral en la depresión se pueden volver rígidos y restringidos, y la psilocibina puede ayudar al cerebro a salir de la rutina de una manera que las terapias clásicas no lo logran.
La psilocibina funciona de forma diferente a los antidepresivos convencionales, haciendo que el cerebro sea más flexible y fluido, y menos arraigado en los patrones de pensamiento negativo asociados a la depresión.
Lista de algunos :
Angelito (Psilocybe subtropicalis)
Blazei – hongo del sol (Agaricus blazei)
Coloradito (hongo russula lepida)
Cordyceps (Cordyceps sinensis)
Derrumbe (psylocibe caerulescens mazatecorum)
Derrumbe del agua o santo (Psylocibe Caerulesens Zapotecorum)
Derrumbe negro (Psylocibe Caerulesens Nigrites)
Maitake (Grifola frondosa)
Melena de león (Hericium erinaceus)
Pajadito (Psylocibe Mexicana)
Reishi (Ganoderma lucidum)
San antonio (psylocibe caerulesens nigrites)
San isidro (stropharia cubensis)
Shiitake (Lentinula edodes)